El uso del transporte público se ha ido masificando a lo largo de los últimos años (esto asociado a la creciente tasa de urbanización). Según
datos del
Observatorio de Movilidad
Urbana de la
CAF, la cantidad
de viajes/días del sistema de
transporte público ascendía en el 2009 a
varios millones de personas, en Lima, era de 8,7
millones. Además el estudio concluyo que las mujeres eran quienes utilizaban mas este servicio.
Sin embargo, uno de los problemas con los que han ido enfrentando las mujeres, son el del acoso y abuso sexual en el transporte publico. Y, como se ha podido observar en investigaciones, la proporción de la población urbana potencialmente afectada (usuarias del transporte publico) es suficientemente alta como para ser abordada como problema de política publica.
Según un estudio sobre Violencia de género en el transporte publico, publicada en la pagina web del CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) de Julio del 2015, las mas afectadas por la violencia son mujeres adultas jóvenes y mujeres jóvenes y adolescente, de estratos medios y medios bajos.
Esto llevaría a efectos psicológico significativos, ya que las victimas cambian su estilo de vida, modifican su recorrido y horarios de desplazamiento, cambian su modo de vestir, lo que genera que, incremente su inseguridad y desconfianza en el uso de los espacios públicos.
No solo acaba ahí, tales practicas también repercuten en las capacidades y oportunidades de desarrollo de grupos sociales que se encuentran en la búsqueda de insertarse en el mercado laboral y además, que buscan mejorar su formación educacional. Entonces, lo que se esta frenando, no solo es el desarrollo personal de estas mujeres o la posibilidad de acceder a mejores condiciones de vida, sino también la economía y cultura de un país.
Legislaciones que sancionen con severidad las diversas formas de acoso y abuso sexual en los transporte público serian un punto de partida para dar una alerta a quienes se sienten en la confianza de dañar a cualquier mujer y salir impunes, además que las mujeres se levanten de su asiento,los señalen, los denuncien, sera una batalla ganada, no solo para ellas, sino para todos.
Concuerdo con el articulo! Deberian haber mas leyes que sancionen este tipo de conductas que afectan a la mujer, este es un problema que pasa día a día y no es posible que continúen y es porque al no haber una penalidad o un castigo adecuado y que se cumpla, esto es algo de no acabar. Yo espero que las mujeres no tengan miedo y que denuncien, y levanten su voz porque estos acosos tienen que parar!!!.
ResponderEliminarExacto! creo que un primer paso es que levanten su voz!
EliminarEl acoso que sufren las mujeres no solo en el transporte publico sino tambien en las calles al caminar es producto de la falta de valores en nuestro paìs. Nuestra educacion esta por los suelos la mayoria de la poblacion no tiene nada de civismo, por ello cuando estamos afuera de nuestras casas pareciera como si fuera la jungla, ya que nadie respeta, es la ley del mas "vivo" donde los micros hacen lo que se le da la gana sin seguir las reglas de transito y cuando son intervenidos por la policia con una coima de 20 o 10 soles se evitan la multa, lo mismo con la gente que vota la basura en medio de la calle, los que no dan asiento reservado a una persona que en verdad lo necesita, la gente que toma micros o taxis donde no es paradero y sobretodo tambien los peatones que muchas veces no respetan los semaforos ni usan los puentes peatonales causando a veces accidentes. Somos una sociedad con poco o casi nada de civismo.
ResponderEliminarVivimos en una sociedad machista, donde se exalta la superioridad del hombre y se sexua y denigra a la mujer. De ahí que no sorprenda que prevalezca varias formas de agresión sobre ellas, somos una sociedad que permite y justifica el acoso y mientras no se cambie (eduque) a hombre y mujeres en igualdad de derechos y respeto seguiremos creando hombres que pegan y mujeres que lo toleran.
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